Va de pepinos

Luis Pérez Aguado

Ahora que nos han roto los esquemas, parece ser que, los mismos que trataron de quitarse el muerto de encima culpando a nuestros pepinos, van y descubren que la cepa de la bacteria E.Coli que hasta el momento ha costado la vida a 22 personas en toda Europa procede de una granja alemana de brotes de soja

¡Qué ligeritos anduvieron para decir que los productos españoles eran los culpables! La presidenta de ese mismo país poquitos días antes afirmó, de forma contundente, que los españoles no trabajamos lo suficiente, tenemos demasiadas vacaciones y no somos nada productivos

Pues miren, que quieren que les diga, con la misma profundidad y empleando los mismos métodos científicos de estos señoritos, señoritas, y señora presidenta de Alemania, también yo puedo afirmar, y hacer mío, lo que me envía un amigo por email, que dice lo siguiente:

Se han detectado en España varias partidas de salchichas alemanas infectadas por un parásito intestinal que puede causar la muerte en niños y ancianos. Las cervezas alemanas tiene rastros de orina humana Y los aparcamientos del Lidl están llenos de niñas de las llamadas malas. Y a la Sra. Merckel le pueden enviar un pepino por si se lo quiere meter por el orto (se lo pueden traducir al castellano que es más instructivo)

En nuestro país parece que vamos a tener que seguir aguantando a otra clase de pepinos y seguir oyendo la misma monserga de muchos de nuestros políticos. Ahora toca oír durante los siguientes ocho meses la misma canción: Elecciones generales anticipadas ya.

No parece que tengan agallas suficientes para presentar una moción de censura. Con lo que, con un poco de suerte, esto se acabaría. De lo que se trata realmente, es de hacer irrespirable el ambiente, comiéndonos el coco al españolito de a pie con la misma retahíla de siempre, cuando lo que realmente necesitamos es un descansito de tan cansinos políticos que nos ofrecen siempre lo mismo en lugar de ponerse a trabajar en serio por este maltrecho país del que dicen amar tanto.

De lo que es seguro que no se van a olvidar los altos cargos de la Comunidad Autónoma de Canarias que cesen en sus funciones es de cobrar una indemnización equivalente a una mensualidad de sus haberes líquidos y la parte proporcional de la paga extraordinaria, que viene a ser aproximadamente unos 8.000 euros. Pudieron, porque para eso los hemos elegido, recortar las retribuciones para otros trabajadores y reducir en gastos sociales, pero hay cosas que son sagradas y no se deben tocar, aunque estos acuerdos fueran tomados fuera de orden del día, allá por 1989, más concretamente un 15 de febrero., ¡Qué le vamos a hacer!